Entre los grupos judíos de Jerusalén, encontramos a los seguidores de Jesús. Ellos formaron, según el evangelista Lucas, una secta conocida como los nazoreos (Hch 24,5). Su historia nos transporta a la Jerusalén del siglo I, un tiempo de enormes tensiones y dificultades, tanto internas como externas, que este grupo tuvo que afrontar