Israel se dotó de una normativa que debía regular la convivencia con los emigrantes que se refugiaron en su territorio. La experiencia de sufrimiento del pueblo en Egipto y la solidaridad mostrada por Yahvé son los grandes argumentos que inspiraron a los legisladores para promulgar la acogida y la defensa de los derechos de aquellos que buscaban su protección, aunque la realidad fuera bien distinta