Ulloa Roja, Mons. Francisco

La figura del Obispo sefún el Decreto Christus Dominus del Concilio Vaticano II

Decreto conciliar promulgado por el Papa Pablo VI el 28/10/1965: En esta Iglesia de Cristo, el Romano Pontífice, como sucesor de Pedro, a quien confió Cristo el apacentar sus ovejas y sus corderos, goza por institución divina de potestad suprema, plena, inmediata y universal para el cuidado de las almas. Pero también los Obispos, por su parte, puestos por el Espíritu Santo, ocupan el lugar de los Apóstoles como pastores de las almas, y juntamente con el Sumo Pontífice y bajo su autoridad, son enviados a actualizar perennemente la obra de Cristo, Pastor eterno. Ahora bien, Cristo dio a los Apóstoles y a sus sucesores el mandato y el poder de enseñar a todas las gentes y de santificar a los hombres en la verdad y de apacentarlos. Por consiguiente, los Obispos han sido constituidos por el Espíritu Santo, que se les ha dado, verdaderos y auténticos maestros de la fe, pontífices y pastores

Esquema del artículo: * El Obispo, cabeza de la Iglesia particular. * El ministerio del Obispo. * El obispo principio visible de la unidad. * Relación del Obispo con las religiones. * Relación del Obispo con los laisco


CONCILIO VATICANO II
MINISTERIO EPISCOPAL
DECRETO «CHRISTUS DOMINUS»