Con Amós comienza algo nuevo e inesperado para Israel. No es como aquellos otros que hablaban "en nombre de Yahvé", a los que se denominaba "profetas". Por vez primera un "enviado" de Dios habla de una especie de derecho y la justicia como la escencia de la Alianza, esto es, de la religion yahvista. Las palabras del profeta van a inquietar a los que hasta entonces se sentían satisfechos y seguros en relación con su Dios. Amós ofrece un primer y decisivo testimionio de la verdadera naturaleza de la vocación profética