Pastorales en las megalópolis brasileñas.
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En: Vol.3, núm.296, (2002) Pgs. 71-81Resumen: Brasil sufre una dramática urbanización. En 1940, el 30% del país, que tenía entonces 41 millones de habitantes, vivía en la ciudad, y el 70% en el campo. En 1996, 123 millones pertenecían al mundo urbano, que correspondía al 79% de la población. El 21% aún estaba en el campo. Las grandes regiones metropolitanas suman entre 45 y 50 millones de habitantes. La urbanización no se produce ciegamente. Tampoco se reduce a un efecto colateral de la industrialización. La precede. La ciudad, que posibilitó la industrialización, se transformó bajo su impacto. A medida que la tecnología impulsaba nuevos modos de producción, la configuración urbana se rehace con efectos psíquicos y físicos sobre sus habitantes.
Analitica-Central
Traducido por Atilano Rodríguez --- El autor: Nació en 1932. Profesor de teología en el Centro Superior de la Compañia de Jesús de Belo Horizonte. Presidente de la Sociedad de Teologia y Ciencias de la Religión. Asesor de asuntos Interclesiales de las CEB
Brasil sufre una dramática urbanización. En 1940, el 30% del país, que tenía entonces 41 millones de habitantes, vivía en la ciudad, y el 70% en el campo. En 1996, 123 millones pertenecían al mundo urbano, que correspondía al 79% de la población. El 21% aún estaba en el campo. Las grandes regiones metropolitanas suman entre 45 y 50 millones de habitantes. La urbanización no se produce ciegamente. Tampoco se reduce a un efecto colateral de la industrialización. La precede. La ciudad, que posibilitó la industrialización, se transformó bajo su impacto. A medida que la tecnología impulsaba nuevos modos de producción, la configuración urbana se rehace con efectos psíquicos y físicos sobre sus habitantes.
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