Obras completas de San Agustín. XXXVIII: Escritos antiarrianos y otros herejes. Las herejías; Sermón de los arrianos; Debate con Maximino, obispo arriano; A Orosio, contra los priscilianistas y origenistas; Réplica al adversario de la Ley y los Profetas; Tratado contra los judíos.

Por: Tipo de material: TextoTextoSeries Colección: BAC NormalDetalles de publicación: España : Madrid, ES. : Biblioteca de Autores CristianosEdición: 1a. ed. bilingüe latin - castellanoDescripción: 966 pISBN:
  • 978-84-7914-012-0
Tema(s): Clasificación CDD:
  • 207.59 - Tomo XXXVIII
Recomendación de contenido: Como indicador elocuente de estas preocupaciones, la BAC abre el presente volumen XXXVIII con el libro Las herejías. A continuación, confunde al arrianismo, esa herejía polifacética que, como hidra fiera de cien cabezas, extendió sus tentáculos en el siglo IV por el mundo entero, y es desbaratado en sendas obras, que por su hondura y claridad el papa San Agatón recomendó en el Concilio Ecuménico VI, proclamando a San Agustín «Doctor eminentísimo». Hasta un anónimo le dio materia suficiente para escribir dos libros en defensa de la Ley y los Profetas, obra que el senador romano Casiodoro estimaba sobre manera por la solución dada a problemas intrincados que se relacionan con la fe y la ciencia. Finalmente, «el misterio judío» enardece su celo pastoral respetando siempre el de la libertad humana
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Tipo de ítem Biblioteca actual Colección Signatura topográfica Estado Fecha de vencimiento Código de barras
Libros Libros Biblioteca Mons. Antonio Troyo Calderón Colección General Disponible L37934

Edición bilingüe promovida por la Federación Agustiniana Española (F.A.E.). Introducción, versión, notas e índices de Teodoro Calvo Madrid y José Mª Ozaeta León

Como indicador elocuente de estas preocupaciones, la BAC abre el presente volumen XXXVIII con el libro Las herejías. A continuación, confunde al arrianismo, esa herejía polifacética que, como hidra fiera de cien cabezas, extendió sus tentáculos en el siglo IV por el mundo entero, y es desbaratado en sendas obras, que por su hondura y claridad el papa San Agatón recomendó en el Concilio Ecuménico VI, proclamando a San Agustín «Doctor eminentísimo». Hasta un anónimo le dio materia suficiente para escribir dos libros en defensa de la Ley y los Profetas, obra que el senador romano Casiodoro estimaba sobre manera por la solución dada a problemas intrincados que se relacionan con la fe y la ciencia. Finalmente, «el misterio judío» enardece su celo pastoral respetando siempre el de la libertad humana

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