La vida religiosa en nuestros días

Versión castellana por Alejo Oría León de la edicion italiana (Roma, 1968). Es una colección de articulos publicados en al Revista Vía Verita e Vita

La revisión y actualización de la vida religiosa entra de lleno en el clima de renovación del Vaticano II, que obliga a toda la Iglesia. En el capítulo VI de la Lumen gentium se define la vida religiosa como un don de Dios en cuanto que tiene su fundamento en las palabras y en los ejemplos del Señor y se la vuelve de nuevo al motivo fundamental de la consagración: una caridad viva, exuberante, en virtud de la cual el religioso se obliga a la práctica de los tres consejos evangélicos, hace una consagración total de sí mismo a Dios, amado sobre todas las cosas, de modo que se ordena al servicio de Dios y a su gloria por un título nuevo y especial (n. 44). El decreto Perfectae caritatis expresa el pensamiento del Concilio sobre el ordenamiento de la vida religiosa.